jueves, 7 de abril de 2011

Amoníaco extraterrestre, ¿la clave para la vida en la Tierra?

Se ha hecho un importante descubrimiento con respecto al posible inventario de sustancias químicas que estuvieron disponibles en la Tierra primitiva. El hallazgo de grandes cantidades de amoníaco en un meteorito arcaico encontrado en la Antártida y proveniente de un asteroide, sugiere que concentraciones altas de amoníaco como ésta pudieron ser una fuente duradera de nitrógeno reducido, esencial para la química de la vida.

El equipo de científicos que ha hecho la investigación está formado por Sandra Pizzarello, Lynda Williams, Gregory Holland y Jeffery Yarger, todos de la Universidad Estatal de Arizona, y Jennifer Lehman de la Universidad de California en Santa Cruz.

Ellos creen que la abundancia de amoníaco en los asteroides primitivos podría ser una pista sobre los orígenes y estructuración de la vida en la Tierra y quizá en otros mundos.

El hallazgo de una alta concentración de moléculas portadoras de nitrógeno en un ambiente asteroidal es muy sugerente. El nitrógeno es uno de los elementos más abundantes en el universo. En la Tierra, es un ingrediente indispensable de la biosfera, siendo esencial para el ADN, el ARN y las proteínas.

Todas las teorías de los orígenes de la vida necesitan tener en cuenta una fuente constante de nitrógeno reducido, a fin de explicar la creación de aminoácidos y nucleobases.

Por otro lado, el inventario prebiótico de nitrógeno reducido, necesario para la formación en la Tierra primitiva de las biomoléculas que contienen nitrógeno, ha sido difícil de estimar.


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L hipótesis de una atmósfera reductora había permitido inicialmente prever una abundancia considerable de amoníaco, así como las vías de evolución para la producción de aminoácidos (por ejemplo los procesos del tipo Urey-Miller). Sin embargo, la evidencia geoquímica actual de una atmósfera neutral de la Tierra primitiva, combinada con la conocida destrucción fotoquímica del amoníaco, ha dejado a los escenarios prebióticos sin una explicación convincente sobre la provisión constante de amoníaco que tuvo que darse en aquella época lejana.

La explicación más creíble, por tanto, podría ser la de que hubo un abundante suministro exógeno de amoniaco, el cual pudo resultar decisivo para ayudar a la Tierra primitiva en su evolución molecular. Cabría esperar que hubiera intervenido en numerosas reacciones tanto abióticas como prebióticas.


                                           Subido por: Kevin Sanchez Alvarez

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