Hay quienes le tienen un miedo atroz a elementos naturales como las flores (antofobia), las abejas (apifobia), los arboles (dendrofobia) o las tormentas (astrofobia). El nombre más raro para uno de estos miedos patológicos es el de la hexakosioihexekontahexafobia o fobia al número 666.
Las fobias se generalizan por un doble mecanismo. Primero el afectado comienza a temer algo porque lo asocia a alguna experiencia negativa; después, trata de evitar eso que le genera aprensión, lo cual le lleva a tenerle cada vez más miedo. Rehuir el objeto de su temor le hace mitificarlo y aumenta su ansiedad ante cada encuentro. El resultado es un ser humano consciente de la irracionalidad de su temor, pero al que le resulta muy difícil luchar contra él.
Subido por: Rafael Navarro Soto
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