lunes, 13 de junio de 2011

Logran captar detalles asombrosos de una araña atrapada en ámbar desde hace 49 millones de años

Unos científicos han utilizado una tecnología avanzada de procesamiento informático de imágenes para obtener impresionantes reconstrucciones tridimensionales de una araña de 49 millones años de antigüedad atrapada en una pieza opaca de resina de ámbar fosilizada.

Investigadores de la Universidad de Manchester, en colaboración con colegas en Alemania, crearon las complejas imágenes mediante una técnica de tomografía computerizada de rayos X, a fin de poder estudiar la misteriosa araña, que apenas se puede ver bajo el microscopio en condiciones normales debido a estar cubierta por el viejo y oscurecido ámbar.

El equipo de David Penney, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Manchester, ha mostrado que el animal fosilizado dentro del ámbar, depositado en el Museo de Historia Natural de Berlín, es miembro de un género, aún existente, del grupo de las arañas Sparassidae, las cuales suelen tener gran tamaño y ser muy activas, y que casi nunca quedan atrapadas en ámbar.

Además de documentar a la araña más antigua de ese grupo, los científicos han demostrado que incluso los especímenes preservados en piezas de ámbar que a primera vista sean difíciles de distinguir, pueden proporcionar información abundante cuando se les estudia mediante la técnica adecuada de tomografía computerizada.

La tomografía computerizada es capaz de producir películas e imágenes en 3D de sorprendente calidad, como se ha hecho en este caso, en el cual ello ha permitido comparar, hasta en sus detalles más pequeños, la araña fosilizada con arañas modernas de aspecto similar.

La araña atrapada en ámbar pertenece a un género llamado Eusparassus, que vive actualmente en zonas tropicales y en regiones áridas del sur de Europa, pero que resulta obvio que también vivía en Europa central hace 50 millones de años.

[Img #2944]


Tal como señala el profesor Philip Withers, normalmente tales fósiles atrapados en piezas de ámbar son muy difíciles de detectar porque el contraste del inquilino contra el ámbar es muy bajo.

La nueva investigación demuestra que otros especímenes científicamente importantes conservados en piezas de ámbar en condiciones inadecuadas para una observación aceptable mediante métodos convencionales, pueden ser investigados mediante el mismo procedimiento seguido en este estudio, y comparados con sus parientes vivos. También es posible mejorar el contraste hasta el punto de poder obtener imágenes de una nitidez extraordinaria, con las que poder, incluso, hacer reconstrucciones sofisticadas en 3D.


                                   Subido por: Kevin Sanchez Alvarez

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