lunes, 28 de marzo de 2011

La causa de que tengamos menos remordimientos de conciencia al permitir que ocurran cosas malas que al hacerlas

Hacer algo malo nos hace sentir peor que no evitar que algo malo suceda. Esto, que ya es conocido por la sabiduría popular, ha sido además corroborado ahora en un nuevo estudio, cuyos resultados sugieren que este fenómeno se debe a que sabemos que si hacemos cosas malas la gente pensará peor de nosotros que si tan sólo dejamos que tales cosas ocurran.

Peter Descioli de la Universidad Brandeis, y John Christner y Robert Kurzban de la Universidad de Pensilvania, ambas instituciones en Estados Unidos, realizaron experimentos en los cuales los participantes se enfrentaban a dilemas del tipo descrito, aunque con consecuencias poco graves.

Se comprobó que en los sujetos de estudio el factor determinante a la hora de optar por dejar que algo perjudicial para otros sucediera, y evitar cometer directamente un acto que perjudicase a otros, era el conocimiento de sus actos por otras personas.

En otras palabras, preferir permitir que algo malo ocurriera en vez de llevar a cabo activamente una mala acción respondía en las personas estudiadas a una decisión estratégica sobre el modo más conveniente para ellas mismas de actuar, basada en cómo alguien podría juzgarlas.

Y resultó que ese temor a salir peor parados por comisión que por omisión era correcto, ya que se comprobó que las terceras personas en los experimentos juzgaban a quienes cometían la mala acción con mayor dureza que a quienes permitían que ocurriese.

                                    Subido por: Kevin Sanchez Alvarez

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