sábado, 2 de abril de 2011

Colosal fuga de gas y polvo en la galaxia Markarian 231

[Img #1761]




Cuando dos galaxias se fusionan, dando lugar a una gigante, el agujero negro supermasivo central de la nueva galaxia desarrolla un apetito insaciable. Sin embargo, este apetito feroz es insostenible. Por primera vez, observaciones hechas desde el Observatorio Gemini muestran claramente un flujo galáctico saliente extremo, a gran escala, que lleva a la cena cósmica a su fin.

En ese flujo, se está expulsando gas y polvo que, de haberse mantenido en su ubicación original, habría servido para darle al monstruoso agujero negro el gas y el polvo que necesita para sostener su crecimiento frenético. Ese tremendo escape de polvo y gas galácticos también limita el material disponible para que la galaxia forme nuevas generaciones de estrellas.

Markarian 231, la galaxia observada por el equipo de Sylvain Veilleux de la Universidad de Maryland y David Rupke del Rhodes College en Tennessee, es un laboratorio ideal para estudiar los flujos salientes causados indirectamente por la actividad de los agujeros negros supermasivos. Este objeto es posiblemente el mejor y más cercano ejemplo que conocemos de una gran galaxia en las etapas finales de una fusión violenta y en proceso de desprendimiento de su envoltura, revelando un quásar central muy energético.

A pesar de que Markarian 231 está muy bien estudiada, las observaciones hechas desde el observatorio Gemini revelan la existencia de un vasto flujo que se extiende en todas direcciones hasta por lo menos 8.000 años-luz de distancia al núcleo de la galaxia.

Los datos obtenidos revelan chorros de gas (delatados por el sodio, que absorbe luz amarilla) saliendo del centro de la galaxia a velocidades de más de 1.000 kilómetros por segundo. Esta fuga denota la expulsión de gases desde el núcleo a un ritmo prodigioso. Las velocidades observadas eliminan a las estrellas como los posibles "motores" que alimentan al escape. Esto deja al agujero negro como la causa más probable, teniendo en cuenta además su facilidad para generar la tremenda energía necesaria.

Markarian 231 se encuentra a unos 600 millones de años-luz de distancia, en dirección a la constelación de la Osa Mayor. Aunque su masa no se conoce a ciencia cierta, algunas estimaciones indican que Markarian 231 tiene una masa en estrellas de cerca de tres veces la de nuestra galaxia, la Vía Láctea.


                                                Subido por: Kevin Sanchez Alvarez

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