Los autores del estudio afirman que cuando se titubea al pronunciar o escoger una palabra se envía al bebé una señal de que se le va a enseñar algo nuevo, y que por lo tanto debe prestar atención. Según señala Richard Aslin, uno de los autores del trabajo, los niños pequeños tienen mucha información que procesar mientras escuchan hablar a un adulto, incluyendo muchas palabras que nunca antes han oído. Si el cerebro de un niño espera hasta que una nueva palabra se dice, y entonces intenta descubrir lo que significa después del hecho, se vuelve una tarea mucho más difícil y el niño se pierde lo que viene después. Sin embargo, en experimentos demostraron que cuando el adulto duda y dice "mira ese... umm..." el niño instintivamente mira a la imagen del objeto desconocido más tiempo. Este efecto sólo aparece en niños mayores de dos años, ya que según los autores los niños menores no han aprendido aún el hecho de que las muletillas tienden a preceder a las palabras nuevas o desconocidas.
"No estamos diciendo que los padres deban añadir muletillas a su discurso, pero sí que es bueno para ellos saber que utilizar estas pausas verbales es positivo, que estas expresiones de duda son informativas", explica Celeste Kidd, coautora del estudio.
Subido por: Rafael Navarro Soto
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